02 enero 2010

Libres


Libres


Yo… yo debo admitir que siempre pensé que en el amor encontraría la llave para obtener mi libertad, una libertad en un mundo lleno de cadenas y prisiones invisibles, algunas más grandes que otras, pero que a la final siempre te restringen y limitan a vivir sumergido en preocupaciones… Entonces llegaste tú, y contigo se apareció esa llave intangible que me permitiría cumplir mi anhelo: ser libre.

Y yo quería ser libre, ser libre juntos… yo quería que contigo a mi lado, tomados de la mano o no, alcanzáramos nuevas alturas mientras rompíamos nuestras cadenas y quebrábamos las barras de nuestras celdas. Tu mirada, tus besos, tus palabras, tu tacto… tus gestos serían el combustible y el alimento que nos mantendría surcando los cielos o atravesando los mares por siempre, hasta que la vida y la muerte nos separaran, porque estando ambos vivos o muertos igual seguiríamos siendo libres, libres en nuestro amor. Pero luego aprendí que sin importar cuán atrás dejáramos a nuestros captores, sin importar cuán feliz me hacías sentir, nuestras cadenas nunca dejarían nuestros pies ni liberarían nuestras muñecas, y que nuestras jaulas sólo se habían expandido en vez de desaparecer. Fue entonces cuando te fuiste, y luego yo comprendí que la libertad que tú me diste fue sólo un placebo… uno con sabor al dulce de tus labios.

Y yo quiero ser libre… libre de ti, de la cadena en que te convertiste cuando te fuiste, libre de sentirme feliz como soy y con lo que siento, libre de pensamiento y libre para surcar los cielos en cualquier momento y en cualquier dirección. Sin importar cuántas cadenas me anclen a la tierra ni cuántas estén esperando algún descuido para unirse a las demás, yo quiero ser libre de ignorarlas y sentir que, a pesar de todo, no son nada más que el aire que frena mi cuerpo pero que siempre podré vencer y seguir adelante… siempre adelante…

Y tú serás libre… libre de los prejuicios que se convirtieron en las barras invisibles de la prisión que limita tu razonamiento, libre de aquellas falacias que por orgullo o por ignorancia no te dejan apreciar lo que tienes en frente de ti, y que no te dejan ver más allá del límite de tus ojos…

Y, finalmente, nosotros seremos libres… libres como el viento, y así podremos ser felices nuevamente, más felices que antes, pero no juntos… Entonces será muy tarde para eso, e irónicamente nuestra libertad será posible mediante la barrera invisible que nos separará con el tiempo. Aún cuando mi mano pueda tocar la tuya o tu mano pueda tocar mi cuerpo… el amor que alguna vez sentimos se convertirá en las llaves que nos liberará de las cadenas en que nos vertimos el uno para el otro… Sólo así, podremos ser libres tú, yo y alguien más.

Autor:kuroi

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