24 enero 2010

El último baile


El último baile

Tú siempre fuiste especial para mí. Aquella sonrisa tuya que nada más con asomarse en esa mueca imperfecta, en esa leve curvatura en la esquina derecha de tu boca, tan tímida pero tan hermosa, pícara y juguetona, bastaba para que yo cediera como la roca lo hace con el agua, sin importar que tanto me opusiera al final.

Tus lágrimas… Tus lágrimas tenían el poder de hacer que me enfrentara contra la ola más grande en la peor tormenta de la historia, sin importar que tan pequeño fuera ante aquel enemigo despiadado que te hizo derramar tu dolor, tu tristeza, sin importar que esa ola fuese por mi culpa… solo importaba el camino de amargura que aquella lágrima salada había marcado sobre tu rostro al deslizarse por tu mejilla…

No importaba el momento, no importaba el gesto, no importaba el lugar, cada vez que hacías algo no podía evitar atrapar ese instante en mi mente y buscarlo de regreso cada vez que me acordaba de ti. La sutileza con la que tu mano derecha soltaba tu antebrazo izquierdo y se iba a reposar en la base de atrás de tu cuello cuando estabas nerviosa, la forma como te levantabas después de haber estado sentada perdida en tus pensamientos, o la manera elegante como preparabas tu cuerpo antes de comenzar a bailar.

Yo siempre estuve ahí, cada vez que estirabas tu mano o levantabas tu pierna, en cada giro o en cada salto, siempre estuve a tu lado, observando cómo tu sudor se escapaba y abandonaba tu cuerpo. No podía evitar perderme en el tiempo cada vez que te veía bailar… Tu rostro, tu expresión, tu mirada esmeralda, tu boca…

Aún ahora, después de que nos separamos, todo esto sigue igual. Aquí, mientras tu bailas bajo esta nieve de tonos naranja, mientras tu saltas bajo las chispas amarillas, mientras giras bajo los trozos de papel que flotan cubiertos en llamas antes de convertirse en cenizas, aún ahora mi cuerpo sigue a tu cuerpo mientras bailas, aún ahora mi brazos esperan ansiosos a que bajes y te reúnas con ellos cuando saltas, aún ahora mi mano sostiene las tuyas para que gires a tu alrededor, aún ahora… cuando ya no puedes verme.

Y aquí, aunque la ola me venció antes de levantarse en esta habitación cubierta en llamas, no puedo más que acompañarte y bailar contigo, como lo hacíamos antes, esperando el momento cercano en que el fuego te arrope entre sus brazas, y destruya esta barrera invisible que nos separa, hasta que tu mirada hipnotizante se pose en mí nuevamente y me puedas volver a ver

Autor:kuroi

1 Comentarios...:

The Dreamer dijo...

Me propuse de reto tratar de entender tus mensajes implícitos... Pero esta difícil :P

Sin embargo me gusto la escena que me imaginé. Tienes el don de escribir las palabras correctas para que el lector imagine su propia versión de tus historias de (tristeza) amor :)