16 enero 2010

Errores




Reflexionando, no puedo evitar darme cuenta que esa historia que compartimos tú y yo, nuestra historia, es una historia llena de errores marcada por una frase incompleta: “no debí…”.

Y es que no debí acercarme a ti en primer lugar, así como no debí ser yo quien te mandara un mensaje sin esperar nada a cambio, sólo por seguir un impulso y querer jugar al azar… No debí esperar respuesta tuya, mucho menos tu atención, de hecho no lo hice… pero cuando respondiste, también es cierto que no debí responderte de regreso, ni esa ni alguna de las demás veces que le siguieron hasta que nuestros mensajes se transformaron en una conversación.

Las horas pasaron y no debí pensar en ti. Los días siguieron y no debí preocuparme por las horas oscuras que permanecías en silencio. Las semanas no se atrevieron a desafiar el flujo del tiempo y yo no debí permitirme contar los días desde que te conocí.

Incluso cuando lo disfrutaba, también existen cosas que no debí hacer. Para empezar no debí hablarte de mí, de las cosas que me gustaban y de las cosas que no. Tampoco debí mostrarte interés y dejar que mi sentido de equilibrio o de justicia (o mi desorden obsesivo compulsivo, como quieras llamarlo) me ganara, por eso no debí preguntar acerca de ti. No debí hacer planes contigo, escuchar tus canciones ni recomendarte otras más… y especialmente, no debí caer en la trampa de aquellas hermosas y tentadoras palabras que usabas para captar mi atención, así como la luna lo hace con los insectos que vuelan de noche…

No debí hablar contigo. No debí pelear contigo. No debí disculparme contigo. No debí preocuparme si estabas sufriendo por mi culpa. No debí reírme de tus chistes, de tus gestos o de tus comentarios. No debí… hacer muchas cosas contigo… pero sobre todo, no debí conocerte…

¡Hum!… resulta hasta gracioso cuando lo piensas un poco mejor y ves hacia atrás. Fueron tantas cosas, quizás demasiadas, y yo no debí ser tan tonto como para seguir agregando elementos a esta lista saturada de ellos…

Finalmente, y aunque sabes que no me gusta quejarme, quiero que sepas que sé seguramente no debí decirte todo esto… pero esta lista de errores no estaría completa si no admito que no debí escribirte todo esto cuando no tengo arrepentimientos, y mientras pienso que siempre estaré aquí… para ti… por ti.

Autor:kuroi

2 Comentarios...:

Mary dijo...

Wow,es una historia muy linda...mmm... no se si llamarlo historia, parece una anecdota pero contada con la delicadeza que es capaz de transformar un momento cotidiano en algo tan inverosimil.

Excelente Kuroi

kuroi dijo...

Jeje sí, sí es una historia :)

Gracias por el comentario, es la primera vez que dicen algo así de las cosas que escribo/narro. De verdad, no es algo que suela escuchar mucho que digamos... Gracias de nuevo :)