02 diciembre 2010

Tímida pena

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Tímida pena

Jugando con sábanas y aire ¿por qué debería sentirme apenado?¿de qué se supone debería sentirme apenado por? ¿De las marcas sobre mi cuerpo? ¿De las cicatrices en mi piel? ¿De mis moretones? ¿De mi cara?... No hay nada que yo debería ocultar, al menos no de ti.

En la intimidad de estas paredes no hay secretos que tu piel o la mía puedan ocultar de nuestros ojos, porque aún vestidos entre sábanas las caricias de nuestras manos explorarán las memorias de nuestros cuerpos y serán nuestras bocas las que en silencio grabarán el registro de cada uno de nuestros encuentros.

Sin sonidos.

Sin palabras.

Sin lamentos.

Mientras estemos entre sábanas y aire todo lo que necesitamos son nuestras miradas. No tenemos que preocuparnos por los susurros del viento cómplice divirtiéndose entre la lluvia, ni del frío invasivo, del tono gris del día o la tranquilidad de la noche, todos ellos conspiradores activos que intentan desviar la intención de lo que realmente me importa: tú.

Es por eso que entre sábanas y aire no hay nada por lo que apenarse, pues es este aire que compartimos y son estas sábanas con las que jugamos las que nos recuerda que éste es nuestro espacio, que éste es nuestro mundo, y que las marcas sobre mi cuerpo son recuerdos dejados por tus manos, que las cicatrices de mi piel esperan tu afecto, que los moretones que me cubren son regalos de tus labios y que mi cara… mi cara siempre, siempre, estará buscando que la tuya en mis ojos se refleje.Autor:kuroi