01 febrero 2010

Viento


Viento

Nunca pensé que algún día volvería a este lugar, al menos no sin ti a mi lado. Aquí es donde nos conocimos, ¿te acuerdas? Al igual que ahora, el cielo se teñía de colores naranja mientras el sol lentamente se hundía en el horizonte, bañándose en las oscuras y frías aguas del mar. Las olas, las olas rugían feroces al estrellarse por debajo de nosotros contra las paredes rocosas del acantilado donde nos encontrábamos. Tú tomaste mi mano preocupada, asegurándome que debíamos irnos, mientras que el viento lleno de sal arrojaba tu cabello sobre tu rostro, al mismo tiempo que traía consigo las enormes nubes negras que anunciaban una tormenta… pero de eso hace mucho tiempo ya.

Hoy he venido a despedirme de ti, de estos recuerdos que no me dejan avanzar, de estos recuerdos que me encadenan y no me dejan abrir mis alas para seguir volando alto entre las nubes, alto en el cielo teñido de colores oxidados al atardecer. Alto, alto en el cielo lleno de estrellas de la noche, alto antes de que salga la luna, alto donde pueda sentir al viento…

A pesar de que la vida está llena de momentos, momentos buenos y malos que terminan convirtiéndose en recuerdos, he decidido ser como el viento: libre. Libre de esos recuerdos que atan, libre de esos recuerdos que traen dolor, libre de esos recuerdos que amargan y que no te dejan continuar… De esos recuerdos que, como las nubes más oscuras que flotan en el cielo, el viento arrastra consigo por un tiempo pero, tarde o temprano, los deja atrás… No en el olvido, pero sí atrás en un lugar que sabe visitó, pero que no sabe cuándo volverá…

Así, quizás, algún día nos volvamos a encontrar; y será como ahora, como esta brisa tranquila que rodea mi cuerpo. Y a pesar de que no pueda verte, cerraré mis ojos y sentiré tu mano sosteniendo la mía, tu pecho apoyándose sobre mi espalda y tu mano libre recorriendo mi quijada, guiándola hacia la derecha, donde tu rostro se encontrará esperando mi mirada, con tu cabello ondeando en dirección al mar.

Entonces rodearas mi cuerpo, y bajo el cielo oscuro lleno de estrellas te colocaras en frente de mí. Ahí nos observaremos en silencio, yo en el risco y tú flotando sobre el mar, diciendo con nuestras miradas lo que no nos habíamos dicho en mucho tiempo. Ahí, el viento agitará tu vestido largo y fantasmal, mientras la luna comienza a reclamar su lugar en el, hasta entonces, oscuro cielo de la noche.

Al final, cuando el satélite terminara de salir del mar y su plateada luz se reflejara sobre la inquieta superficie del agua, bailando al compás de la melodía compuesta por las olas y el viento, tú me tomarás de las manos y juntos, saboreando la sal en el aire, navegaremos el cielo bajo las estrellas donde nos perderemos entre la noche, flotando como el viento, libres de nuestros pasados, hasta llegar a la luna…

Autor:kuroi

2 Comentarios...:

The Dreamer dijo...

Vaya... Quizás la mejor historia de superar un Amor que he leído :)

Es cierto que olvidar por completo es imposible, esas nubes oscuras, las mas pesadas son tan difíciles de mover... Y mas si están cargadas de restos de enorme sentimiento al que llamamos Amor :)

Me gusto mucho la imagen que elegiste, permite recrear perfectamente el final :)

Gracias por compartir esto párrafos! ;)

kuroi dijo...

Gracias a tí por el comentario!

Sobre esta historia, quiero aclarar que la escribí hace un tiempo ya y forma parte de un set de 4 historias completamente independientes pero bajo algo en común. De las 4, 3 ya han sido publicadas en este blog (ésta, El último baile, y Ojos de invierno), y las 3 (junto con la que estoy por publicar) tienen en común la etiqueta "elementos", lo cual da una pista del tema que las relaciona. :)

Gracias de nuevo por el comentario y, sobre todo, gracias por leer y compartir tu opinión! :D