20 mayo 2010

Pequeño niño


Pequeño niño

Pequeño niño por favor no llores, tu sabes que todo estará bien, que el monstruo que una vez azotó tu cuerpo y dejó las heridas que palpitan en tu pecho hace tiempo ya que decidió partir. Ahora sólo queda aquella colina marchita donde él te encontró a la sombra de ese árbol seco que ha comenzado a florecer.

Pequeño niño por favor no llores pues tus lágrimas oscurecen el cielo y una a una amenazan con inundar las verdes praderas que sembré para ti, esos campos dorados en otoño y coloridos en primavera que disfrutan componiéndote hermosas melodías cada vez que el viento se decide a jugar entre sus hojas, creando remolinos que alborotan tu cabello antes de partir de regreso al mar, a ese mar que a veces es oscuro y otras no tanto que espera algún día poder conocerte.

Pequeño niño por favor no llores, yo sé bien que aún tienes miedo: miedo de la soledad, miedo del tiempo y de sus conjugaciones, miedo de ti y de lo que puedas sentir o de lo que no… pero debes saber que el miedo te teme más a ti, pues él sabe que tú puedes vivir sin él pero él no puede vivir sin ti.

Pequeño niño por favor no llores, porque el clamor de tus sollozos contamina el aire y destiñe de las nubes sus colores borrando de ellas sus texturas, lavando sus tonos morados y azules hasta dejarlos grises y opacos, volviéndolas simples y aburridas como la carne sin sal, perdiéndote así los sabores que el cielo se complace en mostrarte cada vez que desde tu colina te echas sobre su loma para soñar que nadas entre sus masas de algodón.

Por favor niño no llores, pues tu dolor no te deja ver que el monstruo, aquel que alguna vez con sus garras rasgó tu carne y marcó tu pecho, ya no puede hacerte más daño pues tu cuerpo ha crecido y tu piel se ha vuelto inmune a sus garras, que tus brazos son fuertes para defenderte y tus piernas veloces para que él no te pueda alcanzar.

Pero sobre todo, joven niño por favor no llores, pues tu sabes que el tiempo nunca se detuvo y que por él el pasado se quedó atrás, atrás con la soledad, y que ahora tu puedes sonreír otra vez, libre como siempre lo has sido y libre para vivir feliz en tu colina, esa colina donde siempre has estado tú y donde ahora también estoy yo.Autor:kuroi

2 Comentarios...:

The Dreamer dijo...

Te sienta muy bien escribir así Kuroi! :D El relato perfecto con un final feliz para aquél que tanto tema que su futuro sea tan duro como el pasado. Dichoso tu amigo por tenerte a ti de amigo ;)

Anónimo dijo...

Muy bueno y profundo.... tienes muchísimo talento, fue un placer conocerte y saber que seras mi compañerito de clases.
keep de good work comming XOXO